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¿QUE SERA DE MI? (Palabras de una madre a una hija antes de morir)

martes, 23 de marzo de 2010
¿Que será de mí?

Sí, será duro cuando me vaya, ni siquiera sabe dónde está la sartén.
" y vosotros, hijos míos. He sido un viaje gratis para todos, siempre he sido la primera en levantarse y la última en acostarse los siete días de la semana.

Siempre me he quedado con la tostada quemada y el trozo de pastel más pequeño. Veo como tus hermanos tratan a sus esposas y me saca de juicio, porque fuí yo quien se lo enseñó, y ellos aprendieron. Aprendieron que una mujer sólo existe para dar.
Hasta el último penique que pude ahorrar fue para tu ropa, o tus libros, aunque no fuera necesario.

No recuerdo ni una sola vez que fuera al centro a comprar algo bonito para mí.
"Salvo el año pasado, cuando compré ese vestido rojo. Comprobé que tenía veinte dólares que no reservaba para nada especial.

Fui a invertirlos en el pago de la lavadora, pero, por alguna razón, llegué a casa con esa caja. Ya me lo advirtió tu padre entonces.

"¿Dónde lucirás semejante vestido: en la ópera, tal vez?"

Supongo que tenía razón. No me he puesto nunca ese vestido excepto en la tienda. Oh, Millie, siempre he creído que si no tomas nada en este mundo lo tendrás todo en el otro. Pero ya no creo en eso.
Pienso que el Señor quiere que lo tengamos todo aquí. .. y ahora. Y te digo, Millie, que si algún milagro me rescatara de esta cama, podrías ver una madre distinta, porque lo sería. he desaprovechado mi ocasión durante tanto tiempo, que apenas sabría cómo aprovecharla. Pero aprendería, Millie. Aprendería.

Colgaba del armario mientras ella se moría, el vestido rojo de mamá, como una cuchillada en la hilera de prendas viejas y oscuras con las que había gastado su vida. Las últimas palabras que me dijo fueron: " Hazme el favor, Millie, de no seguir mis pasos. Prométemelo". Se lo prometí.

Mamá se quedó sin respiración y entonces aprovechó su ocasión de morir.

Autora desconocida, Recogido por la doctora KathleenCollinson.

3 comentarios:

nicaren dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
nicaren dijo...

Pienso que la entrega de una madre por sus hijos es inevitable, pero no debemos confundir sus cuidados con dejar de vivir. Cada vez se implican más los hombres en las tareas domésticas y en la educación, pero queda mucho por hacer, tendríamos que ver normal que un hombre dejara de trabajar en ciertas ocasiones para dedicar tiempo al hogar, así como conseguir que el empleo de la mujer pudiera cubrir los gastos mientras que él no trabaja. Educar a los hijos e hijas por igual, para que sean conscientes de esta igualdad al ser adultos.
Se va cambiando el modelo de vida que refleja esta carta, en ella podemos ver a la mayoría de mujeres que en silencio han sido y son el soporte del hogar sin reconocimiento alguno por parte de la sociedad.

elisa dijo...

El valor de las entrega total de una madre es pocas veces correspondido y tambien pocas veces agradecido... somos hijos pensamos que nunca pasearemos por ese jardin de rosas pero cuando crecemos muchos vemos que ese lindo vestidito, el dinerito que no tarde en gastarme en tonterias, no salio de las plantas y no fue un autentico milagro de Dios que apareciera en mis manos, los hijos debemos aprender a valorar lo poco o mucho que nos dan nuestros padres y nuestros padres enseñarnos a ver lo escencial de las cosas simples del dia a dia, yo quizas lo aprendí un poco tarde pero lo aprendí y estoy mas que segura que enseñare a mis hijos lo importante de las cosas simples, aunque ellos al principio no deseen aprender y sean tan o mas testarudos que yo ... al final todo se aprende...

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